Crónica: circular a Montemayor del Río pasando por Peñacaballera

Tuvimos suerte y San Martín, además del veranillo, nos proporcionó una jornada tranquila y agradable sin sobresaltos ni tropiezos, sólo destacar las bajas de dos bastones uno por pérdida y otro por romperse en el trayecto. Comenzamos la jornada desayunando en Béjar y pronto nos encaminamos al bonito pueblo de Montemayor del Río. Las lluvias de las semanas anteriores nos dejaron un paisaje además de otoñal, verdecido. Destacar que, en comparación con el mes anterior que fue más seco por la zona, en esta ocasión la humedad hizo el trayecto más entretenido; entre charcos y regatos que se cruzaban a nuestro paso practicamos ejercicios de equilibrio, y pudimos comprobar que en conjunto todos estábamos en forma, que yo sepa no hubo ninguna caída.

Al llegar al Puente Malena, y tras un tentempié, la mayoría nos acercamos al Corral de Chinato para ver su famoso miliario. Retomamos de nuevo el camino por la Ruta Mozárabe, entre sol y sombra y con bastante calor para la época, llegamos a Peñacaballera; tuvimos la suerte de encontrar el chiringuito de la plaza abierto, así que además de nuestros bocatas, disfrutamos de cervezas, cafés y demás. Fue agradable la estancia, en un determinado momento cayó un calabobos que no duró mucho.
Por la tarde vuelta al lugar de partida, unos subimos al castillo todavía con ganas de hacer algo más de ejercicio, y otros encaminaron sus pasos hacia la zona de partida. Unos y otros pudimos despedirnos del municipio con una fresca cervecita, ya que tanto en la parte baja y alta del pueblo encontramos lugar para ello.
Damos las gracias a todos los participantes por este maravilloso día otoñal. ¡Qué se repitan muchos así!.
- Zulema Ferreras.

"El verdadero viaje no consiste en ver nuevos paisajes, sino en tener nuevos ojos".
- Marcel Proust.

Salimos muy puntuales y pudimos ver un precioso amanecer, coincidiendo con el "veranillo de San Martín" disfrutamos de un día espléndido.
Ir a Montemayor del Río en otoño es un auténtico placer para nuestros sentidos:  "oler y saborear" la naturaleza (hubo quien degustó castañas), caminar por auténticas alfombras de hojas caídas de los árboles, disfrutar el sonido del agua, ver las diferentes setas y deleitarnos con la gran variedad de colores.

Tuvimos la oportunidad de "viajar en el tiempo" a través de los miliarios encontrados cerca del Puente Malena y dentro del Corral de Chinato.
La comida la hicimos en Peñacaballera, bonito pueblo donde tuvimos oportunidad de tomar algún refrigerio, café o infusión antes de proseguir la caminata y terminar la ruta circular en Montemayor donde algunos fuimos a ver el magnífico castillo y tomar un refresco o cerveza antes de partir al anochecer para Salamanca.
- Carlos de Dios.

Fotografías de Carlos de Dios.