lunes, 1 de noviembre de 2021

Crónica: La Carballeda

Segunda ruta después de la larga temporada de restricciones, contentos de caminar compartiendo senderos, conversación, paisaje y diversidad.

En Muelas de los Caballeros nos recibieron con los brazos abiertos, con la colaboración del alcalde para aparcar el autocar y los del bar El Paso preparando, tortillas, bollos y otros pinchos para empezar bien el día.

La ruta pasó por Donado, donde disfrutamos del exterior de sus dos iglesias, una junto a la otra lo que permite comparar sus muy diferentes estilos. A partir de aquí, bajo robles carballos, comienza la subida más fuerte de la ruta, que al realizarla sin prisas, se hizo sin dificultad hasta llegar al Pico del Llojadal donde existe una discreta caseta para vigilancia de incendios y desde donde pudimos al principio intuir y al poco rato, tras despejarse las nubes, apreciar las montañas que rodean la zona: al sur un poco a lo lejos la sierra de la Culebra, tras la que se encuentra Aliste, y al norte más cerca, la Cabrera Baja, que separa Zamora de León. Tras "jugar" a descubrir entre el canchal de pizarras, la fuente escondida, descendimos un corto tramo de cortafuegos para llegar al jardín El Fenal donde tuvimos tiempo de escuchar curiosos comentarios, disfrutar de la variedad de especies y admirar diversos árboles como, pinos de Grecia o Serbia, pinsapo, la araucaria y secuoyas, alguno de los cuales por su edad y tamaño han merecido la consideración de estar catalogados cómo árboles singulares. Buen sitio para reponer fuerzas, a la sombra, al sol o junto a la casa de sólidos cimientos.
 
El jardín botánico El Fenal es un ejemplo de como las personas con su voluntad pueden construir y destruir, pero nunca pasar sin dejar huella. No podemos saber lo que para su autor, Maximiliano, fue El Fenal y por qué trajo en sus viajes, desde lugares lejanos hasta su tierra natal, variedad de plantas y árboles. Tras pasar por diversas vicisitudes, el jardín se encuentra en bastante buen estado, siendo un lugar de diversidad, que hoy supone para Muelas de los Caballeros una ampliación de sus horizontes.

La ruta continúa descendiendo por un agradable sendero, que permite ir disfrutando de diferentes perspectivas, hasta llegar al puente sobre el Río Fortinin, a partir de aquí la ruta continua, por cómodo sendero, con pequeñas subidas y bajadas, bajo la agradable sombra de los pinos (a esas horas el sol calentaba) hasta cruzar la carretera para volver como al principio a caminar bajo los robles, observando a lo lejos y a media altura El Fenal y más allá y más arriba la caseta en la que hicimos un descansito.

Tras cruzar nuevamente el Fortinin, esta vez por un puente de piedra, y una pequeña subidita llegamos a Muelas, realizamos una tranquila visita a sus plazas y casas, terminando la ruta compartiendo cerveza y conversación.


Fotografías de Francisco Labrado, de Carlos de Dios, de Ángel Sánchez, de José Luis García y de Chema Sánchez (track).

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