Crónica: El Canchal de la Romana

Después de tomar café en el bar de la plaza del pueblo de Peñacaballera, partimos en dirección al Río Cuerpo de Hombre con la intención de bajar por el Camino de los Regidores, cuando una paisana con buen criterio, nos indicó que era mejor bajar por el Camino de las Hoyas que el otro estaba impracticable por las lluvias. Evidentemente le hicimos caso y acertamos, porque este camino es mas ancho y llano que el otro y mas agradable de pasear.

A pesar de las previsiones meteorológicas, la lluvia nos respetó durante la mañana dejándonos disfrutar de la visita al Puente de la Malena y sus Miliarios y regresar a través del Camino Real de nuevo hasta Peñacaballera para iniciar la subida hacia el Canchal de la Romana, donde pudimos jugar a mover la enorme piedra con poco esfuerzo, y con la compañía de una suave lluvia decidimos reponer fuerzas en este punto.

A partir de aquí la lluvia fue nuestra compañera hasta el final del recorrido, ayudando a intensificar los magníficos colores con los que nos regaló el otoño en su punto de mayor esplendor.

En nuestro camino hacia El Cerro pudimos disfrutar de unas espectaculares vistas de los pueblos del Valle del Ambroz hasta llegar a nuestro destino donde nos esperaba una cata de castañas, aceite y vino organizada por el ayuntamiento del pueblo y nuestra cervecita de rigor con la que acabamos nuestro paseo a través de una naturaleza que fue todo un regalo para la vista.

Fotografías de Carmen Bermejo, Ángel Sánchez, Carlos de Dios, Pedro Martín y José Mª Sánchez (track).