lunes, 18 de noviembre de 2024

Crónica: ruta micológica

Con una puntualidad que empieza a ser un punto fuerte en este grupo, a las 8 de la mañana salió el autobús, con una baja ya confirmada el día anterior y tres de última hora, hacía Montemayor del Río. Las previsiones meteorológicas al finalizar el sábado indicaban un día con más sol que nubes y sin ninguna probabilidad de lluvia, pero las predicciones eran muy cambiantes y el tiempo se transformó en nubes, algo de lluvia y sol prácticamente inexistente.
Nuestra hora prevista para el café eran las 9:30, pero a las 9:00 ya estábamos en el bar acordado junto al aparcamiento, donde quedaría el bus a lo largo del día, con lo que el trámite del café nos permitió empezar la ruta antes de lo previsto.
Salimos por el Puente de Piedra que cruza el Río Cuerpo de Hombre para tomar la empinada senda señalizada con los paneles del comienzo de la ruta y sus características, para ir ascendiendo más de forma suave posteriormente por la Cañada Real Soriana Occidental y de la Plata que, en este primer tramo el Sendero Interpretativo de las Setas tiene un total de siete paneles que desarrollan el tema micológico.

Este sector boscoso estaba totalmente vestido de otoño con numerosas hojas y los árboles de un precioso color amarillo, destacando los chopos en la lejanía y los castaños sobre los robles de un color más marrón. En varios puntos del camino nos detuvimos para contemplar castaños, algunos de gran porte, y también algún roble.

En continuo ascenso llegamos al pueblo de El Cerro y, tras callejear para evitar la carretera, fuimos ascendiendo por un bonito paseo hasta el Roble Herrero: árbol catalogado como Catedral Viva, con una edad estimada de 500 años, uno de los símbolos del pueblo.
En este paseo asfaltado se encuentra un panel informativo con vistas a los senderos micológicos de la sierra, desde donde hubiéramos podido contemplar el Pico Cervero, la Peña de Francia, Las Batuecas y el comienzo de la Sierra de Gata, pero las nubes nos lo impidieron.
Tras bordear el precioso entorno del cementerio, con algunos castaños de gran porte y un vallado catalogado como Parque de Setas, nos dirigimos hacia la zona recreativa Dehesa de Arriba, una preciosa pradera con un gran merendero y desde allí al mirador, uno de los más espectaculares y desconocidos de la provincia de Salamanca, entre otros nombres "Balcón de Extremadura", una atalaya en la que divisar el cacereño Valle del Ambroz y las sierras del sur de la provincia de Salamanca, que llegan a la misma raya con Portugal. Las nubes en este caso tampoco nos dejaron disfrutar de las maravillosas vistas, si del entorno más inmediato del mirador que es también muy bonito, y en la lejanía del Pantano de Gabriel y Galán.

Lo que si pudimos disfrutar fue de la compañía de nuestros compañeros que inicialmente plantearon la ruta que se acercaron para vernos, y posteriormente comer con nosotros en Montemayor del Río, lo cual nos hizo una especial ilusión.
Deshicimos el camino andado hasta llegar al merendero, donde en principio teníamos prevista la parada para comer, pero como era temprano y las nubes amenazaron lluvia decidimos establecer el punto para comer ya en Montemayor del Río, con la ruta terminada.
Retornamos a El Cerro pasando por la parte opuesta del pueblo por la que entramos, allí pudimos hacer una parada para contemplar unos antiguos lavaderos del pueblo que han sido magníficamente restaurados, pues conservan la estructura y la mayoría de sus elementos originales.
Pasado el pueblo de El Cerro, por la carretera antigua de entrada, recobramos de nuevo la bajada del sendero a Montemayor del Río por la parte opuesta a la que subimos, de nuevo con un entorno otoñal muy bonito plagado de castaños y abundantes hojas caídas. En esta parte se pudo recolectar castañas que estaban caídas por el suelo.

El punto más técnico de la ruta era la estrecha y empinada bajada a Montemayor del Río, pero a la vez la más bonita, pues el sendero estrecho y plagado de hojas y paredes con musgo ofrecía una bonita vista de otoño total.
Ya en Montemayor del Río se acordó dejar un par de horas para comer y pasear por el pueblo, estableciéndose la hora de salida del bus para las 5 de la tarde, con lo que tras este bonito paseo pudimos regresar aún de día a Salamanca, habiendo disfrutado de un bonito día otoñal y sin que nos cayera la lluvia que por momentos amenazó con materializarse.

Fotografías de Sara Pascual, Ángel Sánchez (track) y Francisco Labrado (vídeo).

lunes, 11 de noviembre de 2024

Valle del Corneja: circular a Bonilla de la Sierra

24 de noviembre de 2024.
Salida de Salamanca: a las 08:00 horas, desde la Plaza de Gabriel y Galán.
Regreso hacia Salamanca: a las 18:30 horas (aprox.), desde Bonilla de la Sierra.
Llegada a Salamanca: a las 19:30 horas (aprox), a la Plaza de Gabriel y Galán.

FICHA TÉCNICA
Ruta: circular.
Distancia: 16 kilómetros (aprox.)
Altitud máxima: 1503 metros.
Altitud mínima: 1.061 metros.
Desnivel positivo: 468 metros.
Desnivel negativo: 468 metros.
Dificultad: media.
Firme: caminos, senderos y pistas forestales y agrícolas.

DESCRIPCIÓN
Iniciamos la ruta en las afueras de la localidad de Bonilla de la Sierra, pasando por la Puerta de la Villa, recorreremos sus calles, atravesando la Plaza Mayor y salimos del pueblo junto a las murallas de la antigua fortaleza.
A 1,5 kilómetros (aprox.) tomamos un desvío a la izquierda que nos conducirá hasta un altar rupestre situado en un alto desde el cual se divisa el Valle del Corneja.
En este altar podrían haberse llevado a cabo rituales y rendido culto al sol y la luna, data de la época final del Neolítico. Quince escalones tallados en la roca, de poca profundidad, permiten subir a la cima en la se pueden observar una cazoleta y varios canales.
Volvemos sobre nuestros pasos para retomar el camino que habíamos dejado continuando el sendero.
Desde el inicio de la ruta hasta Tórtoles ascendemos en suave pendiente rodeados de un paisaje de encinas, carrascos, pinos y jaras que nos acompañarán todo el recorrido.
Atravesamos Tórtoles e iniciamos un ascenso más exigente entre un bosque de pinos alcanzando la máxima altitud de 1.503 metros a los 7 kilómetros (aprox.) del inicio de la ruta. Una vez llegados a este punto, el más elevado de la ruta, giramos a la izquierda y enseguida disfrutaremos de unas bonitas vistas de la Sierra de Gredos y del Valle del Corneja.
Vamos descendiendo y hacia el kilómetro 11,5 nos encontraremos con la cantera de Peñas Coloradas de granito rojo. Pasando este punto continuaremos bajando entre pinares por un camino que en su tramo final está desprovisto de arbolado y nos dirigimos a la Plaza Mayor del pueblo dando por finalizada la ruta.

LUGARES DESTACADOS

Bonilla de la Sierra fue declarado uno de los pueblos más bonitos de España en el año 2019.
Merece la pena pasear por las calles de Bonilla, muchas de sus casas son de piedra y madera, cuentan con escudos heráldicos que nos hablan del poderío que albergó esta villa. Entre sus monumentos cabe destacar la Iglesia-Colegiata de San Martín de Tours, el Castillo-Palacio, la muralla, la Puerta de la Villa, la Plaza Mayor y el Pozo de Santa Bárbara.

Iglesia-Colegiata de San Martín de Tours.
De estilo gótico, es uno de los monumentos más impresionantes cuya construcción finalizó en la primera mitad del siglo XV. De una sola nave, realizada en sillería de granito, sus muros llevan contrafuertes coronados de pináculos, destacan sus dos capillas, la sacristía, al igual que el coro con balaustrada de piedra. Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1931.

El Castillo-Palacio.
A escasos metros de la Colegiata de San Martín se encuentra el castillo que aunque pudo ser construido en el siglo XII, fue reformado entre los siglos XV y XVI.
Bonilla fue elegida como lugar de residencia de veraneo de los obispos de Ávila, tras ser donada la villa por la Corona al Obispo Domingo Blasco. El Castillo-Palacio adquirió un gran protagonismo al albergar entre sus muros, tanto a diferentes prelados como otras personalidades, caso de Juan II de Castilla, padre de Isabel la Católica.

La Muralla.
En un pueblo medieval no podía faltar su muralla, se estima que su construcción se llevo a cabo en la segunda mitad del siglo XIII o principios del XIV. Cubría el perímetro de Bonilla y contaba con cuatro puertas, de las que queda en pie la conocida como Puerta de la Villa con arco de estilo gótico.

Plaza Mayor.
Es una plaza castellana en la que destacan las casas solariegas edificadas para acoger a los acompañantes de los prelados. Las casas cuentan con soportales donde los comerciantes se instalaban para resguardarse del frío, el calor o la lluvia. Interesantes las columnas de piedra que sujetan estos edificios y sus vigas de madera.

Pozo de Santa Bárbara.
Este pozo probablemente fue construido entre los siglos XII y XIII con el fin de abastecer a la población de agua.
Cuenta con dos aberturas, la más original en un lateral con escaleras cubiertas por ocho bovedillas adoveladas de medio punto, por las escaleras, de las que se dice que hay "tantas como frases tiene el Credo" se puede llegar hasta el agua.
La otra abertura de brocal almacena el agua de lluvia.

NOTAS

  • Los tiempos y las distancias son aproximados.
  • Los horarios propuestos (a excepción de la hora de salida de Salamanca) son estimativos y pueden variar, en algunos casos, a juicio de los organizadores, según las condiciones meteorológicas, la experiencia y forma física de los participantes o algún otro imprevisto.
EQUIPACIÓN
  • Agua: disponer de agua (dos litros por persona).
  • Comida: para toda la jornada.
  • Ropa: atención a las previsiones meteorológicas. Se recomienda ropa de abrigo, sin olvidar que también puede haber sol. Sabemos que para la lluvia debemos disponer de ropa, calzado y calcetines de recambio (se pueden dejar en el autobús), además de capota, chubasquero, paraguas, etc. En caso de sol no debemos olvidar gorro, cremas de protección, etc. Entre el inicio y el final no hay localidades para resguardarse.
  • Calzado: botas de montaña para mayor comodidad y seguridad.
  • Bastones y prismáticos: recomendables.
  • Botiquín personal con crema solar de alta protección. No hay sombra. Si el día es soleado hay que protegerse incluso con paraguas (parasol).
  • Recipiente para guardar residuos, incluso los biodegradables. ¡No dejemos residuos en el monte!.
PARTICIPACIÓN
  • De esta actividad podéis participar, salvo que se complete el autocar, quienes os preinscribáis e inscribáis en los plazos establecidos.
  • Las personas interesadas en participar que anteriormente no hayan facilitado su nombre, apellidos, e-correo y NIE (DNI con letra) y aceptado la cesión de estos datos a la compañía aseguradora con la cual "¡Anda ya! Salamanca" tiene suscrito un Seguro de Responsabilidad Civil, deberán hacerlo en el momento de preinscribirse o su solicitud no será tenida en cuenta.
  • El Club Deportivo "¡Anda ya! Salamanca" y las personas que han propuesto esta actividad declinan toda responsabilidad derivada de daños personales que pudieran producirse durante el desarrollo de la misma.
  • Para participar es recomendable estar federado/a (asegurado/a). Las personas interesadas pueden encontrar más información en nuestro weblog.
  • Todos/as los/as interesados/as, por el hecho de inscribirse, conocen y asumen la normativa que regula esta actividad.
ACTIVIDAD
  • El Club Deportivo "¡Anda ya! Salamanca" organiza esta actividad de la cual no obtiene beneficio económico. Únicamente tiene un coste de 13 euros para socios/as en concepto de desplazamiento.
PREINSCRIPCIÓN E INSCRIPCIÓN
  • Quiénes tengáis interés por participar de esta actividad podéis preinscribiros desde este formulario.
  • Se informará individualmente a las personas preinscritas sobre la forma de inscribirse (atención al correo para poder ejercer su derecho en los plazos que se estipulan).

lunes, 4 de noviembre de 2024

Crónica: Segovia periurbana

Como era de esperar, dada la ya acostumbrada responsabilidad de los senderistas, a las ocho y un minuto pudimos iniciar el viaje hacia Segovia. Aunque las previsiones meteorológicas y la realidad del momento nos hacían presagiar un día probablemente pasado por agua (lo peor para un senderista) sin embargo, cerca de Segovia, la lluvia bajó y el ánimo se elevó, llegando a buena hora, poco después de que dieran las diez.
Repartidos por los tres bares de la zona, se agilizó el trámite del café, de manera que a las 10:45 coincidiendo con el horario previsto, pudimos iniciar la ruta. Tras una corta y suave subida estábamos en los Altos de la Piedad, donde pudimos tener una primera vista, desde lo alto, de la cara sur de Segovia, de dcha a izqda: Guadarrama, los cipreses del cementerio, el acueducto, alguna iglesia, la catedral.
Interesante, la cosa prometía más, así que seguimos hacía la zona de pinares, que los segovianos, con buen criterio, denominan El Pinarillo. Nuevas perspectivas y un par de miradores, "El último Pino" y el del Alcázar desde el que destaca su afilado extremo oeste semejando una proa surcando los valles del Eresma y el Clamores, con el Monasterio de El Parral, la Casa de la Moneda y la Iglesia de la Veracruz al fondo. Más tarde veríamos estos miradores desde enfrente.

Siguiendo la ruta nos alejamos ligeramente de la ciudad y junto a campos de labor ver, quién llegó a tiempo, un grupito de corzos pastando en el rastrojo y quién se fijó, las torres de la Catedral y del Alcázar pareciendo surgir de la tierra. Hacia el sur, entre las nubes, se podían intuir la Mujer Muerta y Siete Picos. Quizás demasiada panorámica, así que mejor descender un poco para ponernos a la altura del Eresma y después de ver desde el puente de madera sus escasas y cristalinas aguas, lo seguimos a contra corriente hasta llegar al puente y arco, junto a la Fuencisla. Buen sitio para la "hora del plátano". Pasamos por la muy fotografiada pradera bajo el Alcázar y seguimos por el Valle del Clamores, para subir hasta la base de la muralla recorriéndola durante un tramo, pasando por el anfiteatro que es un gusto mirar por su exuberante vegetación con los pinos al fondo.

Rodeamos la explanada del Alcázar, único tramo de la ruta que compartimos con otra gente, pero enseguida volvimos a la tranquilidad bajando por la Cuesta de la Zorra hasta llegar al pequeño Barrio de San Marcos, de ahí a la dodecagonal Iglesia de la Veracruz y tras contar sus lados coger el Camino de los Asombros, sendero a media altura para contemplar Segovia desde abajo, ahora por el lado norte, con abundante arbolado a nuestros pies.


Llegamos al Monasterio de El Parral y nos dirigimos a la Casa de la Moneda a la que había cierto entusiasmo por llegar, dado que se iba haciendo la hora de comer y el sitio era el adecuado. Gracias a la coordinación con la encargada del restaurante, acondicionó el espacio para que pudiéramos estar todos sentados mientras comíamos pinchos con la cerveza y dulces con el café.
Descansados, alimentados e hidratados visitamos someramente la ceca segoviana y alguno de sus ingenios, para afrontar seguidamente el final de la ruta. Agradable y tranquilo paseo por la Alameda del Eresma hasta llegar al inicio de la corta Ruta de los Molinos. Ahí se ofreció la posibilidad de hacerla o ir directamente a la plaza del singular Barrio de San Lorenzo donde, junto a su bella iglesia de estilo románico-mudéjar, nos reagrupamos para seguir hacia el acueducto y en la Plaza del Azoguejo dar por finalizada la ruta. En total unos 16 kilómetros, en 6 horas incluidas paradas.

Acordado que el autocar saldría a las 18:45 se dejó tiempo libre para que cada cual paseara por la ciudad a su gusto, añadiendo algún kilómetro más los andados. A la hora indicada iniciamos el regreso a Salamanca llegando sin novedad, habiendo disfrutado de un agradable día.

Fotografías de Sara Pascual, Tomás Rubio, Pablo Alonso Pardal y José Luis García (vídeo y track).