jueves, 28 de noviembre de 2013

Crónica: Valle del Ambroz

Pues te cuento: la ruta del domingo, una preciosidad. El track, por si quieres hacerla por tu cuenta, que es totalmente aconsejable. Esta vertiente de Traslasierra es una pasada, hay muchísimos árboles centenarios ¡con lo estéticos que son! y con unas vistas espectaculares. Nosotros habíamos subido hace tiempo a Piedras Labradas, donde están las ruinas de un templo romano. Queda poco más que un par de hileras de grandes sillares graníticos, que forman un rectángulo, en una plataforma a media altura de la sierra. Es de esos lugares que tienen un qué sé yo especial; se distinguen desde lejos, como el Jálama o la Peña de Francia y desde ellos se ve absolutamente tooodo el valle del Ambroz, Batuecas, y mucho más. En su día nos dijeron o leímos, que habían robado de allí varias estelas romanas, lo que autentificaría las ruinas. Para subir desde Jarilla es muy sencillo, se hace por una cómoda pista, que con un poco de charla, cuando te das cuenta ya has llegado. La bajada a Casas del Monte se realiza por una preciosa senda tradicional, de esas que tanto me gustan, entre un bosque de cuento y es que el otoño está precioso por estas altitudes, que por las zonas bajas aún parece verano. Es curioso que sin haberlo planificado, vamos a comer en bares tres domingos seguidos: el pasado en Gargüera, el que viene en Mámoles, que será la comida de fin de año y esta, calentitos, en el bar de Casas del Monte. Otra casualidad, el tema del chocolate con churros de la merienda: la salida anterior en Pasarón de La Vera y esta vez en Segura de Toro (me da que a los extremeños les gusta el invento), allí coincidimos con los participantes del Otoño Mágico, que organizan todos los años una ruta hasta este pueblo, desde La Garganta. Merienda y un poquito de música alternativa... nos costó arrancar para llegar hasta los Castaños del Temblar. Merece la pena llegar hasta allí; un par de kilómetros y en medio de un increíble bosque de robles, con su regatillo saltarín, sus bancales cubiertos de musgo y hojas secas y con un otoño en todo su esplendor, una pasada. Además, nos acompañó el tiempo, dicen que en Salamanca hizo mucho frío, pero allí nos hizo una temperatura fantástica y disfrutamos del sol curamembrillos, yo lo llamo recargapilas, que vienes con la mente despejada y llena de buenos momentos.

Bueno, una lástima que no pudieses venir, te echamos de menos.





Fotografías de Alfredo Domínguez, Carmen Fuertes y Alberto Hernández. Recorrido.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Entre robles y helechos, los castaños

Los cinco magníficos Castaños del Temblar se encuentran en terrazas a diversas alturas -Hondonero, Retorcío, Bronco, del Arroyo y Menuero-, con una edad comprendida entre los 500 y los 700 años.

Su singularidad les permite estar catalogados como árboles singulares y, por tanto, protegidos por la normativa sobre espacios naturales de la Junta de Extremadura. Aunque quizás se encuentren demasiado protegidos, porque la valla está cerrada e impide el paso.

Canción de Matías Simón, cantautor de Segura de Toro, conocido como "La Voz de la Montaña".


Letra:
Ya nadie ya se acuerda, cuando rompieron la tierra, cuando se expropió. Un camino de plata, de sonrisas y lágrimas, arrancado a mi montaña. Ya nadie ya se acuerda de aquellos carros y carretas que bajaban robles mutilados, para tallar traviesas. De la Sierra de Segura, hay como los bajaron. Al tren del Valle del Ambroz, le han tapado su voz. Qué triste esta mi valle ya no le importa a nadie. Al tren del Valle del Ambroz le han cerrado la estación. Hay un niño que esta triste, ya nadie le dice adiós. Ya nadie ya se acuerda de Agustín, Andrés, Diosdado, de lo que lucharon. Para que el tren hablara de esperanzas en cada casa, de amores lejanos. Camino de Plata el valle te echa en falta. Camino de Hierro que no te tapen ellos. Al tren del Valle del Ambroz le han tapado su voz. Que triste esta mi valle, ya no le emporta a nadie. Al tren del Valle del Ambroz, le han cerrado la estación. Hay un niño que esta triste, ya nadie le dice adiós. A esos que están arriba, al maldito al ordenador. Quiero que abran la vía de Plasencia a la Jarilla a Baños de Montemayor. Tal vez este niño sonría aunque ya me he hecho mayor, tal vez ese niño sonría aunque ya se ha hecho mayor. Al tren del Valle del Ambroz le han tapado su voz. Qué triste esta mi valle, ya no le importa a nadie. Hay un niño que esta triste, ya nadie le dice adiós...

viernes, 22 de noviembre de 2013

Entre robles y helechos, las leyendas

Continuamos documentándonos sobre los lugares que este domingo visitaremos y hoy lo haremos bajo el prisma de las leyendas que nos hablan de hechos de tiempos muy lejanos que dan nombre a Segura de Toro.

La Reina Mora

En Traslasierra se alza, enseñoreándose sobre los riscos montañeses, la estratégica población de Segura de Toro, que guarda los restos nobles de un vetusto castillo medieval, casi derruido del todo. Alrededor de la edificación se han tejido diversas leyendas, destacando la que relaciona el origen del pueblo con una supuesta reina mora.
"Este pueblo, aquí donde lo ve usted hoy con menos de doscientos habitantes, fue hace ya mucho una ciudad importante que se llamó Verdeoliva. Pa que usted se haga una idea cabal, le diré que ocupaba to lo que es ahora el pueblo y llegaba, la laera abajo, hasta las Vegas, donde se ven muchas piedras labrás y salen ladrillos, tejas y hasta mármol.

El castillo era mu grande y luego le voy a decir que tenía un túnel que salía a la garganta del pueblo, y por allí iban a beber los caballos de los moros. Entoavía se ven unas rejas y, detrás, unas escaleras de piedra. Aquí vivió una Reina Mora, que debía ser mu guapa, y un rey cristiano se enamoró, pero ella no le quería. Entonces ella se escapó de la corte y se vino aquí, donde hizo el Castillo y cuando lo terminó dijo:

"Segurita estoy y ya no me matareis..."

Y por lo de "Segurita estoy" este pueblo se cambió de nombre y se llama Segura. Y lo de Toro se lo puson luego, por el toro de piedra que tenemos, velaí, en la plaza.

Pero el rey cristiano se enfadó mucho, se aposentó en Abadía, un pueblo que está allí abajo, que era también mu importante de antiguo, y desde allí disparaba cañonazos, que derribaron la torre y ella, la Reina Mora, se tuvo que esconder en los sótanos.

Como no era capaz de matarla con los cañones, el rey cristiano encargó a su mejor ballestero que la matase al descuido. Y el ballestero se subió a la sierra, se escondió y esperó a tenerla a tiro. Una tarde estaba la Reina Mora sentaita en su trono, con el balcón abierto mirando pa la sierra, y el ballestero, que estaba en el Picute, disparó una flecha que atravesó el corazón de la Reina Mora.

Por aquí decimos que la Reina Mora se sigue apareciendo en lo alto de la sierra, y tiene forma de gallina encantá, que pone huevos de oro".
(Fuente oral: Segura de Toro, contada por Marcelino Blanco Rodríguez)

El Verraco

Mirando hacia el edificio del Ayuntamiento y presidiendo la plaza principal de Segura de Toro, se yergue orgulloso de su origen y su pasado un verraco de más de dos metros de longitud. Éste, se encuentra entre los de mayor dimensión de todos los conservados en la Península Ibérica, equiparable a los famosos verracos abulenses de El Tiemblo conocidos como "Toros de Guisando".

De material granítico, el verraco de Segura se conserva en buen estado: las patas traseras, donde se aprecia el tallado de las pezuñas, así como entre ellas la silueta del escroto del animal, adivinándose por ello y a simple vista el sexo masculino del mismo, respaldado por la aparición de la curva de su prepucio bajo el vientre. Sin embargo, el resto de la escultura, especialmente la cabeza, ha llegado a nuestros días bastante dañada, más que por acción de la erosión y el paso del tiempo, fundamentalmente por la propia acción humana, ya que, actuando bajo las directrices de la incultura y haciendo casos a falsas leyendas, no faltó quien llegó a dinamitar la imagen pensando que la misma aguardaba un tesoro en su interior, sin caer en la cuenta de que no había más y mayor tesoro que el verraco en sí mismo.

Datado en el siglo VI a. C. y símbolo del pueblo desde que se hallara en la finca "El Toro", apareciendo el mismo en el escudo local, el toro de piedra de Segura de Toro es muestra clara de la presencia vetona en las montañas sobre las que se asienta el municipio actual, enclavado en una de las laderas de las sierras que conforman el Valle del Ambroz, al sur del Sistema Central.

Cuenta la leyenda... que difunde una señora de poco más de sesenta años, vecina de Navaconcejo, que
"Ese nombre se lo puson porque tenían un toro de piedra, que estaba caío y en el lao había escrito este titulillo:

"El que me rodee del otro lao será afortunao".

Entonces, un día, se juntó toa la gente del pueblo, con palancas de palo, porque antes apenas las usaban de yerro, y echando mucha fuerza consiguieron darle la vuelta al toro. Pero, ¡menúo chasco que se llevaron!. En vez de encontrar un tesoro, como esperaban, lo único que vieron fue un letrero que ponía:

Ahora que estoy volteao, me quedo más descansao”.

Los de Segura se cabrearon mucho, porque vieron que los habían tomao el pelo y se puson a darle golpes al toro de piedra, le arrancaron los cuernos y quedó toíto hecho cachos.

Luego ya lo han arreglao y lo han puesto en mitá de la plaza del pueblo. Pero se le notan las costuras de los cachos, de cuando lo partieron".

Los de Segura reconstruyendo el toro, y con este ya "cosido"
(Fuente oral: C.G. Navaconcejo “Fernando Flores del Manzano”)

jueves, 21 de noviembre de 2013

Entre robles y helechos, los pueblos

Este próximo domingo nuestros pies nos llevarán por el Valle del Ambroz, pero también por localidades tan bellas como Jarilla, Casas del Monte o Segura de Toro. Intentaremos conocerlas mejor antes de nuestro paseo.

JARILLA

Situada en la falda de los Montes de Traslasierra, a 495 m de altitud, con 160 habitantes, 110 de ellos mayores de 45 años en un paisaje dominado por robles, alcornoques, brezo, madroñeras y tojos.

Destaca su iglesia parroquial, que honra a San Gregorio Magno, que data de los siglos XVI y XVII, aunque fue reedificada en 1852.

Piedras Labradas

El collado de Piedras Labradas se encuentra a 1.070 metros de altitud. El nombre del lugar es debido a unos restos de piedras tallados con un corte perfecto. Sobre su origen se barajan varias hipótesis, ya que no es habitual que los romanos construyesen a tanta altura.

Hay quien opina que tuvo que haber en el lugar un asentamiento vetón, o al menos un lugar sagrado sobre el que se edificó el templo. Otras teorías se inclinan por un puesto de comunicación que enviase señales a larga distancia. También es posible que el emplazamiento cumpliera labores de protección y vigilancia sobre una ruta secundaria que uniría la Vía de la Plata con el Valle del Jerte, sin olvidar que muy cerca de aquí había una captación de aguas que abastecía a Cáparra.

CASAS DEL MONTE

Casas del Monte es el pueblo más grande de los tres que visitaremos. Situado a unos 4 kms de la carretera N-630. Está encajado entre sus dos gargantas más importantes: la Garganta Ancha y la Garganta Madrigala y rodeado por el noroeste con Segura de Toro, por el norte con el Valle del Jerte (Navaconcejo), por el sureste con el término de Jarilla y por el sur con Trasierra - Tierras de Granadilla.

Posee una población cercana a los 800 habitantes. Durante la época de vacaciones ésta llega a duplicarse, por la gran cantidad de emigrantes que regresan a pasar el verano a su lugar de origen, como ocurre en la mayoría de los pueblos de la comarca.

Se trata de un lugar tranquilo y apacible, rodeado de una frondosa vegetación de árboles autóctonos: alisos, castaños, robles y rebollos entre otros. Todo ello adornado por una capa espesa de helechos que, llegada la época, se tornan amarillos, rojizos y marrones.

El gran potencial de Casas del Monte es su agricultura. La fresa ha sido su fruto más característico durante décadas, pero se está pasando a producir más cerezas debido a las exigencias del mercado. La agricultura, aquí, es minifundista; este tipo de explotación se debe en parte, a la orografía del terreno que, requiere del uso de bancales. La Cooperativa San Marcos está integrada por la mayoría de la población y es la encargada de la comercialización de sus productos.

Existe un salto hidroeléctrico que aprovecha el caudal de una de las gargantas para generar energía. Aunque, en Casas del Monte, si se habla de industria, se habla de "COMARO S.A.", esta es una fábrica agroalimentaria dedicada al aderezo y envasado de aceitunas de mesa. COMARO pertenece al grupo empresarial navarro IAN, con una plantilla aproximada de unas 100 personas.

En los últimos años Casas del Monte comenzó a subirse al carro del turismo, y poco a poco se está convirtiendo en otras de sus actividades complementarias a la agricultura. Su principal recurso turístico es su piscina natural, entorno a la que se han creado multitud de servicios: chiringuitos, albergue turístico, zona de ocio o parque infantil.

El patrimonio arquitectónico de Casas del Monte está formado por su arquitectura popular, sus puentes, sus calles, así como por sus dos iglesias.

SEGURA DE TORO

Segura de Toro es el pueblo más antiguo de la comarca, siendo su toro celta de piedra el símbolo de la población. Conserva su estructura antigua, sus calles empedradas y estrechas, sus casas de adobe y madera, muchas hoy abandonadas al igual que otros edificios interesantes, debido a su gran decrecimiento y al abandono del pueblo, que apenas cuenta con 200 habitantes.

Se encuentra encajado en la falda de la montaña, con un relieve abrupto de grandes pendientes que hacen difícil el acceso al pueblo, pero a su vez le permite divisar impresionantes vistas. El gran potencial de Segura de Toro es su virginidad y su entorno. El pueblo no ha tenido grandes cambios en su estructura en los últimos años, puesto que ha sufrido una gran despoblación y esto ha permitido conservar su estructura antigua, dándole un carácter muy singular. Su actividad principal es la ganadería y la agricultura y últimamente se está integrando en el sector turístico a través del turismo rural.

Pese a ser un pueblo pequeño conserva gran cantidad de vestigios patrimoniales: su toro celta de piedra, la Iglesia de San Juan Bautista, el castillo templario y su muralla, recientemente rehabilitada. En los alrededores del pueblo se conservan otros bienes de interés, como restos de época romana y rocas con formas destacadas. Su patrimonio natural es impresionante, donde además de sus alrededores, ricos en vegetación, en agua, además de sus impresionantes vistas desde cualquier punto del pueblo, posee gran cantidad de árboles destacados: castaños, robles, pinos, alcornoques, etc. Hay un paraje donde existen árboles declarados singulares por la Junta de Extremadura "Los Castaños del Temblar", junto al arroyo de mismo nombre.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Valle del Ambroz: de Jarilla a Segura de Toro

24 de noviembre de 2013.
Salida de Salamanca: 8:00 de la mañana de la Plaza de Gabriel y Galán.
Llegada a Salamanca: 8:00 de la noche (aproximadamente) a la Plaza de Gabriel y Galán.

FICHA TÉCNICA
Distancia a recorrer: 19 kms.
Tiempo: 7 horas.
Desnivel: 600 metros de subida y 470 metros de bajada.
Dificultad: moderado (fuerte ascenso en los 8 primeros kms).
Guías: Teresa García y Carmen Fuertes.

DESCRIPCIÓN
La ruta sale del pueblo de Jarilla. Por un camino bien marcado, entre encinas y robles, se llega a las ruinas del templo romano de Piedras Labradas, situado en una explanada abierta con preciosas vistas a Tierras de Granadilla y Valle del Ambroz.
Hay que tener en cuenta que el ascenso se va haciendo cada vez más empinado, por lo que hay que reservar fuerzas para el último tramo.
Tras tomar un tentempié en las ruinas del templo, ya santificados, descendemos por senderos, entre robles y helechos, hasta llegar a Casas del Monte. Allí comeremos nuestras viandas junto al bar “El Nogal” (dentro o fuera del mismo).
Una vez saciados y descansados, bajamos en dirección a Segura de Toro, siguiendo un camino paralelo a la carretera, que llega hasta la misma plaza donde se encuentra el verraco.
Es posible que todavía podamos degustar un chocolate con churros, si llegamos antes de que recojan los restos que han dejado los participantes en la marcha del Otoño Mágico del Valle del Ambroz. Hemos alcanzado el mismo destino desde caminos opuestos, ya que ellos han comenzado la ruta en La Garganta.
Si nos queda al menos una hora de luz, quienes lo deseen pueden acercarse al paraje de los retorcidos castaños centenarios del Temblar (4 km ida y vuelta). Aunque hay que conformarse con verlos desde fuera de la valla, ya que el dueño ha decidido no permitir el acceso entre los días 15 de octubre a 15 de enero, no vaya a ser que le dejemos sin castañas. Seguro que nos quedaremos con las ganas de volver en otro momento a Segura para verlos de cerca y con tranquilidad, porque son impresionantes.
El autocar nos recogerá en Segura de Toro a las 18:30, para regresar satisfechos a Salamanca.

IMPORTANTE
  • Llevar botas de montaña y agua.
  • Atención a las previsiones meteorológicas a fin de llevar: crema solar, paraguas, poncho...
  • Debido a las pocas horas de luz solar, es aconsejable llevar linterna o frontal.
  • Hay que llevar las manos libres o en su caso llevar bastones que nos ayuden en los pasos difíciles. Tampoco es correcto realizar fotografías en lugares atrevidos.
RECORDATORIO
  • Si los guías considerasen que las condiciones no son adecuadas, la ruta podría modificarse y en último extremo suspenderse.
  • Los guías y la organización declinan toda responsabilidad derivada de daños personales que pudieran producirse durante el desarrollo de la actividad.
  • La Junta Directiva de la Asociación "¡Anda ya! Salamanca", recomienda la federación.
  • Todos los asistentes, por el hecho de inscribirse, conocen la normativa que establece el desarrollo de la actividad.
ACTIVIDAD
  • Tiene un coste de 12 euros para socios y de 14 para no-socios, en concepto de viaje.
PREINSCRIPCIÓN E INSCRIPCIÓN
  • Aquellas personas ajenas a la organización que deseen participar de esta actividad pueden ponerse en contacto con nosotros desde el formulario de contacto.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Crónica: Valle del Jerte

Entre estaciones.

Cuando ya todos los indicios nos marcan el avance inevitable e inminente hacia el invierno, lo vivido el domingo pasado recuerda más a un sueño de primavera.

Pese a haber salido temprano, daba pereza rendirse al sueño y perderse lo que las primeras luces del día nos ofrecían. Siempre resulta agradable el paso por Béjar, pero en esta ocasión sus montes aparecieron salpicados de dorados aquí y allá, fue una grata sorpresa.

Por tierras extremeñas, los verdes nos devolvieron a la realidad de este otoño que se resiste en llegar, aunque el viento y las nubes nos acompañaron hasta el puerto de Rabanillo, frontera geográfica, que no administrativa, de la comarca de La Vera.

Según fuimos adentrándonos en las entrañas de la cuenca del Tiétar, parecía que realizábamos un viaje en el tiempo, pero no en el cronológico, si no en el estacional.

Los rojizos de los cerezos de altura, dieron paso al verde intenso de robles y praderas. Los ocres de los helechos, los cambiamos por mantos de florecillas, que tapizan de amarillo las vaguadas y praderas veratas.

Las ropas estorbaban, las gafas de sol y las cremas protectoras hicieron su aparición.

Ya que la ruta discurría entre paisajes humanizados con bancales, callejas, cabañas... no desentonó el que a la hora de comer lo hiciésemos utilizando las comodidades que la civilización nos brinda y sin que sirva de precedente, nos acomodamos en una veraniega terraza del bar de las piscinas de Gargüera. Nos acercamos al Canchal de las Estrellas, pero el sol no nos permitió ver el océano estrellado, otra vez será.

Descubrimos la Atalaya de Arroyomolinos impresionante balcón sobre el Tiétar y los Montes de Toledo, Almaraz y su energía de muerte, así como la planta solar de Tejeda de Tiétar, alimentada por un combustible infinito y limpio.

Nos recibió un precioso atardecer en las cercanías de Pasarón de la Vera que, como el resto de poblaciones, estaba engalanada con buganvillas, geranios, rosales, coleos... que sus habitantes sacan a las calles para regocijo de propios y visitantes.

Y volvimos al invierno con la contundente merienda de chocolate y buñuelos de viento, costumbre que todos los domingos de esta estación toman los habitantes de Pasarón de La Vera.

Fotografías de Alfredo Domínguez, Alberto Hernández, Antonio Luis Marcos y Vicente Martín. Recorrido.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Crónica: la Muela

Me he dado cuenta de que existe una gran diferencia entre las rutas que organizamos por cualquier lugar y las que se realizan por nuestra tierra. Estas últimos las tratamos como si de enseñar nuestra casa se tratase. Es lo que sentí el domingo con Carmen y Santi en Béjar. Y he de deciros que la tenían (su "casa") como los chorros del oro.

Para empezar, nos tomamos un café en el bar de abajo, en la estación de autobuses; subimos calle arriba y nos quedamos sorprendidos del señorial "portal", nada menos que El Castañar. Ya dentro, lo primero que vemos son las estupendas vistas que disfrutan, con toda la Sierra de Béjar y el coqueto pueblecillo de Candelario, ¡qué envidia!. Tras un largo "pasillo", que le tienen puesto nombre, de los Paporros, que es así como llaman a los habitantes de La Garganta, llegamos al amplio baño, donde unas sencillas fuentes con agua corriente sirven para saciar la sed o para asearse. Sin respiración nos quedamos al ver la inmensa “bañera”, nada menos que el pantano de Fuente Santa. Continuamos con la visita, por el piso estupendamente iluminado y caldeado por un sol radiante.

Así llegamos al comedor, demasiado ventilado, eso sí, con vistas al Ambroz, lo llaman puerto de Navamuño. Allí comimos sentados en su estupenda alfombra verde. De aquí pasamos a la “habitación” de Los dos Hermanitos, con su estupenda colección de glaciares fosilizados (huellas del glaciar dejadas sobre el terreno), pero ¡vaya desorden! creía que esto sólo ocurría en mi casa, inmensas morrenas o rocas desparramadas por todos lados, había que sortearlas, como si de calcetines sucios se tratase. Antes de salir al precioso jardín de la Dehesa, vimos que ya estaban colocando el Belén, con su musgo, su puentecillo con agua de plata, su portal de Belén, donde ya durante la Guerra de la Independencia había nacido un bejarano "de pro". faltaban los Reyes Magos, y es que aún queda tiempo para que lleguen.

Y salimos al fin a Candelario, donde siempre es un placer perderse por sus retorcidas callejuelas, terminando con unas tonificantes cervecitas de rigor.

Me estoy dando cuenta que no nos enseñaron la cocina... ¡habrá que volver!.

Fotografías de Alfredo Domínguez, Alberto Hernández, Antonio Luis Marcos y Vicente Martín. Recorrido.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Valle del Jerte: El Barrado y el robledal de la Solana.

10 de noviembre de 2013.
Salida de Salamanca: 8:00 de la mañana de la Plaza de Gabriel y Galán.
Llegada a Salamanca: 9:00 de la noche (aproximadamente) a la Plaza de Gabriel y Galán.

FICHA TÉCNICA
Distancia a recorrer: 21,8 kms.
Desnivel: 336 metros de subida y 627 metros de bajada.
Dificultad: debido a su longitud, puede calificarse como media-baja, ya que los desniveles son suaves.
Guías: Eduardo Pérez e Inés Alonso.

DESCRIPCIÓN
Tomaremos café en la población jerteña de Barrado, precioso balcón sobre la Garganta del Obispo, el pequeño valle orientado hacia mediodía y que comparten El Jerte y La Vera. El autobús nos acercará hasta el puerto del Rabanillo, donde iniciaremos nuestra ruta. Por una amplia pista nos adentraremos en un espeso robledal, a media altura de la Sierra de San Bernabé, hasta encontrar el Roble de la Solana, árbol singular de Extremadura, con más de 300 años de vida, 20 m de altura y un diámetro de copa 30 metros.
Sin dejar la Garganta del Obispo, entraremos en la comarca de La Vera por el municipio de Gargüera, habremos dejado los robles de las zonas altas para dar paso a terrenos más llanos y adehesados, donde las praderas se alternan con viñedos, olivares o plantaciones de cerezos, que en este tiempo deberían ofrecernos el periódico espectáculo cromático otoñal. Sin apenas desniveles, cruzaremos el Arroyo de Tejeda a las puertas de Arroyomolinos de La Vera. Bordearemos el monte Peñalba por un antiguo camino entre pastizales y robledales. Ya estaremos acostumbrados a tener en el horizonte los montes de Monfragüe y de Toledo.
Al atardecer, terminaremos nuestro recorrido en Pasarón de La Vera, precioso conjunto Histórico Artístico, donde nos recibirán las sorprendentes chimeneas del palacio de los Osorio o de los Manrique de Lara, palacio del más elegante estilo renacentista, con influencias italianas. Nos perderemos por las recogidas callejas de Pasarón, donde terminaremos nuestro recorrido.

IMPORTANTE
  • Llevar botas de montaña y agua (aunque habrá fuentes en las poblaciones por las que pasemos).
  • Atención a las previsiones meteorológicas a fin de llevar: crema solar, paraguas, poncho...
  • Debido a las pocas horas de luz solar, aconsejamos llevar linterna o frontal.
  • Es muy conveniente llevar las manos libres o en su caso llevar bastones que nos ayuden en los pasos difíciles; y no es correcto realizar fotografías en lugares atrevidos.
RECORDATORIO
  • Si los guías considerasen que las condiciones no son adecuadas, la ruta podría modificarse y en último extremo suspenderse.
  • Los guías y la organización declinan toda responsabilidad derivada de daños personales que pudieran producirse durante el desarrollo de la actividad.
  • La Junta Directiva de la Asociación "¡Anda ya! Salamanca", recomienda la federación.
  • Todos los asistentes, por el hecho de inscribirse, conocen la normativa que establece el desarrollo de la actividad.
ACTIVIDAD
  • Tiene un coste de 12 euros para socios y de 14 para no-socios, en concepto de viaje.
PREINSCRIPCIÓN E INSCRIPCIÓN
  • Aquellas personas ajenas a la organización que deseen participar de esta actividad pueden ponerse en contacto con nosotros desde el formulario de contacto.
  • Debido a que el autobús se ha llenado en el plazo preferente de socios, las solicitudes pasarán a formar parte de la lista de "reserva" desde la que se cubrirían posibles bajas.