jueves, 13 de junio de 2013

Crónica: El Rebollar

Bueno, como se suele decir “¡pues ya se pasó!”. Un año más hemos realizado la tradicional comida de despedida y fin del año senderista de nuestro grupo.

Pero este año ha habido muuuchas novedades... hemos roto con varias tradiciones.

La más importante es que nos podemos volver a despedir el ¡sábado 22!, esta vez innovamos con una cena.

Otra tradición era acercarnos a la vecina Portugal a degustar sus estupendas viandas.

Este año se han encargado nuestros paisanos de Agallas y sin desentonar, esto último fue hasta con el acento, un tanto aportuguesado-leonesado de residentes y participantes (nuestro guía Ángel, de Robleda, “el mejor pueblo del mundo”, eso siempre dice él, nos sorprendió con unas buenas parrafadas locales).

Lo que tampoco faltaba, en toda habitual salida gastronómica que se precie, era el consabido y plomizo calor pre-veraniego-meseteño, algo que con los “recortes” gubernamentales de la primavera, pues mira... ¡que nos hizo hasta fresquito!

Por otro lado, lo más inverosímil de esta jornada, es el que la organizase alguien totalmente ajeno al grupo. En esta ocasión se ha encargado Floren, morador de Martiago y como pudimos comprobar, gran conocedor de su medio. Eso sí, con la discreta supervisión de Ángel.

De Floren nos sorprendieron sus reflejos para los cambios de última hora, tuvo que cambiar el lugar donde poder comer 55 personas, primero fueron las piscinas, donde una celebración familiar dio al traste con el proyecto, cambiándolo por el restaurante Las Moras, todo un acierto y un descubrimiento. Asimismo estuvo acertado a la hora de recortar el recorrido, de los 24 kilómetros iniciales, a los 15 que solemos realizar para abrir el apetito.

Con lo que nos quedamos realmente sorprendidos ha sido con esta zona de la provincia, tan desconocida y que nos ha entusiasmado a todos. Siempre os digo que no hay mejor anfitrión que el dueño de la casa, ocurrió con Carmen y Béjar, Carlos y Miranda, Pablo y Sayago... lo mismo que nos ha ocurrido con Floren y el Campo de Agadones. Claro que los robles con sus hojas recién estrenadas y las praderas, con su estampado florido de temporada (primavera-verano) también ayudaron.

Después de las risas, un digestivo paseo histórico-artístico por Miróbriga redondearon la jornada.

Fotografías de Eduardo Pérez (vídeo Google+ y vídeo en dropbox), Alfredo Mateos, Alberto Hernández, Vicente Martín y Javier Hernández. Recorrido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario