viernes, 1 de marzo de 2013

Crónica: la estepa castellana


¡Qué sencillo resulta contemplar la belleza de nuestras sierras, con sus cumbres, sus valles, sus pintorescas poblaciones! Descubrirlas, después de que nuestras pupilas se hayan acostumbrado a la monotonía, la soledad, la ruina... resulta sorprendente y consolador. Pero si aprendemos a mirar con otros ojos esa desolación, comprendemos que todo a nuestro alrededor puede contener belleza, es cuestión de saber apreciarla.

Paseando por tierras zamoranas, siempre fronterizas, siempre a caballo de Castilla, de Portugal, de León, del Pan, del Vino... puede ser un buen lugar para experimentar esas sensaciones. Dentro de esa monotonía, se esconden recuerdos de un pasado más próspero, maravillosos monasterios, castillos, que en su día pertenecieron a poderosas órdenes y que hace siglos pertenecen al olvido y al abandono. Sus piedras bien pensadas sirvieron como simple cantera y hoy sólo son una sombra de lo que llegaron a ser.

Acompañamos a Cati y a Felipe, que en lugar de asesorarse en libros o Internet, lo hicieron de manera aún más sencilla. Para el tema de patrimonio, utilizaron las expertas palabras de Antonia, compañera de fatigas. Para introducirnos en el mundo de los humedales y sus habitantes, allí estuvo Carlos.

Fotografías de Eduardo Pérez (vídeo), Alfredo Mateos, Antonio Barrueco y Vicente Martín. Recorrido por el Esla (desde Castrotorafe a Granja de Moreruela) y recorrido por las lagunas de Villafáfila (entre Otero de Sariegos y Villafáfila).

En Google+ se pueden descargar las imágenes en “Opciones > Descargar vídeo”.

4 comentarios:

  1. Yo no os acompaño, pero me gusta veros en las fotos y me dais envidia por lo bien que os lo debéis pasar en camadería y por esos paisajes de ensueño.
    María

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  2. Hacer de una zona simplona y monótona, algo precioso y singular, es hacer muy bien el trabajo.
    Enhorabuena a los guías, a quienes nos informaron en cada lugar, a fotógrafos, ayudantes de producción y cronista, ya que habéis conseguido que una excursión, en principio sin ningún atractivo, resultase sorprendente.
    José

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  3. Maravilloso el paseo de la Tierra de Campos a la Tierra del Pan. La desolación de las ruinas de Castrotorafe y Moreruela nos llegan profundamente porque nos hablan de una historia tan cruel como innecesaria. Pero el paseo bordeando la laguna, un aunténtico placer. Sublime en su sencillez: horizontes limpios, palomares y ese silencio tan sobrecogedor que me recuerda las palabras y los versos de Unamuno que tanto se idientificaba con el paisaje de la meseta y que tanto echaba de menos en su exilio.

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  4. No me canso de ver las fotos y el vídeo. Espectaculares. Como siempre. Gracias a Eudardo e Inés. Qué montaje, qué música tan bien escogida. Gracias a Alfredo, Antonio y Vicente. Son capaces de dignificar todo lo que ven. Como simpre. Gracias

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